El axarco es una herramienta util a la crisis que se avecina
La comarca malagueña de la Axarquía es la cuna de una de las primeras monedas complementarias españolas de curso legal que conocemos: el Axarco.
El axarco, creado por el profesor de Instituto, Antonio Gámez Burgos en 1988 no compite con el euro, ni con los billetes emitidos por el Banco de España, tan sólo pretende entrar en la historia por la puerta de la cultura.
En el anverso del billete figura la imagen de Ebi Beithar, que fue un famoso botánico y alquimista del siglo XIII y visir de Bagdad, mientras en el reverso aparece la imagen de Felipe II, en cuyo reinado se produjo la rebelión de los moriscos de la comarca de la Axarquía y el Peñón de Frigiliana, municipio próximo a Vélez-Málaga y Nerja, símbolo de estos acontecimientos. El equivalente de un axarco es un euro.
Toda la documentación y los inicios de la creación de la moneda se legaron al ayuntamiento de Benamocarra.
La reintroducción de esta moneda en la comarca de la Axarquía puede servir como estimulo a la economía local tanto a nivel empresarial, como turístico y comercial.
La crisis que se avecina necesita de firmeza en las ayudas para la creación de empleo, pero además necesita ideas creativas y valientes para poder salir de un agujero que se vislumbra muy profundo donde muchos de los vecinos de nuestra comarca no saldrán.
Los beneficios son multiples:
Fomenta la economía local: Como herramienta económica local, una moneda complemetaria no es un fin en sí mismo, sino que sirve para generar más riqueza y acelerar el consumo y la producción locales.
Impide las burbujas económicas: Contrariamente a una divisa internacional, una moneda complemetaria no se puede acumular ni funcionar fuera de una zona determinada. Además tiene una cantidad limitada según su número de usuarios. No hay especulación, ni inflación, deflación, etc…
Impulsa las relaciones entre «vecinos»: Permite dinamizar el barrio, conocerse y generar dignidad en esta zona. Con una moneda complemetaria, comprar en una tienda con esta herramienta significa apostar por lo local, aparte de crear una identidad propia como la moneda de tu barrio o localidad.
Genera participación ciudadana: Una moneda complemetaria existe a base de la riqueza que crea la gente con sus bienes y servicios. Asimismo permite empoderar a la gente quién lo utiliza, permitiéndole autoorganizarse hasta involucrarse en la política local.
De sus estudios y acuerdos con el Banco de España, a través de depósitos financieros para la libre circulación de la nueva moneda, empezó a distribuir hasta cinco billetes de diferentes valores, siempre vinculados a la peseta:
10 axarcos (1.000 pesetas: 6 euros),
5 axarcos (3 euros),
1 axarco (60 céntimos),
5 axarquillos (30 céntimos)
y 1 axarquillo (6 céntimos).
Apenas diez años más tarde, en el 2012, los valoramos en 10 axarcos (10.000 pesetas: 60 € ), 5 axarcos (30 €), 1 axarco (6 €), 5 axarquillos (3 €) y 1 axarquillo (1.50 €).
En marzo de 1989 nacieron las dos únicas monedas de axarco existentes:
1 axarco, de 20 gramos de plata (30 euros)
2 axarquillos, de 3,5 gramos de cobre (14 euros).
De este modo, la de mayor valor es la que pesa 20 gramos de plata, lo que al cambio se traduce en 20 euros. Le siguen la de 10 euros y, por último, la de 4, denominada axarquillo.
El axarco en papel tiene otra división distinta a las monedas. Así, su creador explicó que ‘existen cinco tipos de billetes atendiendo a su valor; por un lado, los billetes de 10 axarcos, 5 y 1, y, por otro, las décimas partes de los mismos, denominadas axarquillos y distribuidas en dos billetes de distinto valor, uno de 5 y otro de 1′. La emisión de billetes fue más escasa que la de monedas, ya que, según decía Gámez, y sólo se ven en circulación unos pocos de ellos, puesto que la mayoría de la gente los guarda para su colección y prefiere usar las monedas’.